Este post se trata de hábitos emocionales que te ayudan y también de los que no, para ser mejor líder y persona.
Se suele prestar mucha atención a las responsabilidades, actividades diarias, semanales o del mes, cuidando que se cumplan de acuerdo con un plan de trabajo. Cuando se presentan inconvenientes para avanzar con las tareas, se actúa con rapidez, se pide ayuda si es necesario; además se da seguimiento hasta normalizar la situación.
Otro renglón donde se enfoca la atención es en la salud y bienestar físico. Se suelen atender los síntomas de resfriado, lesiones corporales. Se da atención a las actividades físicas asignando un espacio en la agenda diaria para practicar un deporte o programar una ida al gimnasio,
¿Y qué tal de la gestión de emociones?, ¿qué tanto énfasis se pone es tratar de reducir los niveles de estrés, preocupación?, ¿debido a que se presentan?
Hay hábitos emocionales que ayudar a mejorar el bienestar emocional; pero también es importante identificar los hábitos autodestructivos que son barreras en las relaciones personales, en mejor calidad de vida.
Indice de contenidos
Por qué es importante desarrollar hábitos emocionales positivos
No hay que olvidar que así cómo hay tiempos de bonanza dónde reina la alegría y la motivación es alta, también hay momentos de cuesta abajo, por lo que es importante saber cómo gestionar ambas etapas.
Contar con hábitos emocionales positivos ayudan a hacer frente a los desafíos y recuperarse de los fracasos tanto en el trabajo cómo en el plano personal.
Hábitos emocionales saludables para navegar sobre grandes olas
Tener buenos hábitos emocionales no significa que nunca estemos tristes, enojados o estresados, más bien son recursos que ayudan a tomar conciencia de cómo nos sentimos y de esta forma realizar acciones que ayudan a fomentar el bienestar, ya sea en el ambiente de trabajo, a nivel personal.
Además, ayuda a observar e interpretar lo que sucede a nuestro alrededor desde una perspectiva de oportunidades. Para un líder, son oportunidades para empoderar a sus colaboradores.
7 hábitos emocionales que ayudan a ser mejor persona y líder
Practica la autoconciencia
Este es el primer paso para un tener mejor bienestar y enfrentar desafíos.
Al practicar la autoconciencia, adquieres la capacidad de identificar los hábitos que te favorecen y los que no.
También es muy útil para reconocer las emociones que se experimentan y regular sobre todo las negativas, por ejemplo, al sentir estrés, preocupación, enojo.
Recupera la motivación después de los fracasos
Los fracasos tienen la propiedad de afectar el estado de ánimo en las personas. No es agradable darse cuenta de que después de mucho trabajo y esfuerzo alcanzar metas y objetivos parece algo muy lejano.
Pero cada fracaso deja aprendizajes, formas para trabajar mejor. La oportunidad puede estar en descubrir mejores prácticas para trabajar, llevarlas a la práctica y aumentar las posibilidades de éxito en el futuro.
Fortalece la autoestima
Nuestra autoestima es influida por cómo interpretamos lo que sucede. Al conseguir buenos resultados, nos sentimos felices y satisfechos, pero somos autocríticos cuando sentimos que algo no resultó cómo lo esperábamos.
Ante un resultado adverso esa autocrítica puede ser muy fuerte y convencernos que no contamos con la capacidad de seguir avanzando.
Ante este tipo de situaciones es importante actuar antes de que se convierta en una espiral que siga afectando la autoestima.
¿Qué hacer al respecto?
Quizá te han pedido ayuda para animar a un colega o colaborador que se siente desmotivado. ¿Qué es lo que harías para hacerlo sentir mejor? Eso mismo lo puedes aplicar en ti.
Dale importancia al desarrollo personal
El desarrollo personal representa un fuerte impulso a los hábitos emocionales positivos.
Por medio de la formación, es posible trabajar con más eficiencia al conocer nuevas herramientas, mejores prácticas de trabajo; es posible mejorar el rendimiento al practicar una actividad física por medio de las recomendaciones de un instructor deportivo.
Lo mismo sucede con la gestión de emociones. Conocer que existen herramientas que ayudan a enfrentar desafíos, ayudarán a tener un mejor bienestar.
A continuación, te comparto algunas herramientas que te ayudarán a fortalecer los hábitos emocionales
Qué es inteligencia emocional en el trabajo + 3 dinámicas aplicadas.
Qué es mindfulness y porque es importante su práctica.
Qué es PNL y cómo se utiliza para desarrollo personal.
Cómo practicar la meditación para relajarse.
Se positivo
Como mencionaba anteriormente, en el trabajo y en la vida habrá momentos para celebrar éxitos, pero también para enfrentar desafíos.
Cuando los problemas llegan, una actitud que no favorece es lamentarse o quejarse. Lo que si funciona es actuar como solucionadores de problemas, generadores de oportunidades, esto es, tener pensamientos positivos en los desafíos.
Quizá estás interesado en conocer sobre los pensamientos positivos,
10 beneficios de los pensamientos positivos.
Replantea tus pensamientos para mejorar las decisiones
Quizá te molesta la lentitud con que trabajan tus colaboradores, estás esperando que terminen alguna actividad urgente, el tiempo apremia, por lo que esta situación te estresa y ha puesto de mal humor.
Y, ¿Cuál es el motivo del estrés?
Puede ser que la actividad sea urgente para ti y ellos no lo consideran asi, pues al siguiente día empiezan tus vacaciones o debido a que arrojará información valiosa para una presentación.
Un cambio positivo sería pensar en alinear prioridades con el equipo; de lo contrario, este tipo de situaciones seguirán presentándose, desgastando al líder y al equipo.
Saber cuándo pedir ayuda
Reza una frase “piensan mejor dos cabezas que una”.
Hay ocasiones en que un problema que parece complicado de resolver, la mejor solución es pedir una segunda opinión.
Esa persona puede haber pasado por una situación similar y seguramente tiene algo valioso que aportar.
5 hábitos emocionales que no te ayudan
Sentirse culpable
La culpa tiene un lado bueno y un lado malo
Es útil reconocer cuando se hizo daño a alguien y ayuda a impedir seguir dañando de forma intencional o disculparse y hacer las paces.
Sentir culpa ya no es útil, por ejemplo,
- al no poder hacer más por una persona cuando en realidad sí se le ha ayudado,
- por haber tomado una decisión “A”, y descubrir que la decisión “B” hubiese representado un presente o un futuro mejor.
Ser pasivo y esperar a que algo suceda
Hay decisiones que requieren de análisis y consultar a otras personas, fuentes de información, por ejemplo, cuando no se tiene el panorama completo del escenario.
Pero una vez que se tiene claridad sobre los beneficios, las desventajas el siguiente paso es tomar decisiones.
Es importante tener confianza sobre lo que a continuación sigue, después de la decisión, pues no confiar es lo que lleva a ser pasivo y perder oportunidades.
Tratar de controlarlo todo
Si bien para un líder es importante organizar a su equipo de trabajo de modo de ser eficiente, cumplir con los planes de trabajo, dar seguimiento puntual, no puede controlar,
- Errores involuntarios de los colaboradores.
- Nuevas tecnologías, que hacen que un producto tienda a ser obsoleto.
- Políticas y regulaciones que afectan la prioridad de los planes de trabajo.
Es importante hacer el mejor esfuerzo para ser organizado y que todo funcione bien, pero hay que reconocer que hay situaciones que están fuera de nuestro alcance.
Pensar “soy un fracasado”
Definitivamente, el fracaso afecta al estado de ánimo; no es sencillo ver que después del esfuerzo, la inversión en tiempo y recursos los resultados no llegaron.
Pero es diferente tener una perspectiva de fracaso. Cuando es así, no se tienen en cuenta los desafíos que se encontraron en el camino, que se puede aprender algo positivo para volver a intentarlo y en la siguiente ocasión conseguir el éxito.
Te comparto las siguientes guías que ayudará a cambiar esta perspectiva,
Qué hacer después de un fracaso empresarial.
7 acciones para pasar del fracaso al éxito.
Compararse con los demás de forma negativa
Nos comparamos con los demás, por ejemplo, con las personas que han logrado más y eso nos hace sentir mal. Llegan pensamientos sobre que no contamos con la capacidad de conseguir logros cómo los que esas personas han conseguido.
Además de conocer que esas personas han conseguido mayores éxitos, ¿qué más sabemos de ellos?
Puede ser una persona con más años de trayectoria, que algún momento enfrentó y superó los retos que actualmente enfrentamos.
La comparación es útil si se hace a modo de seguimiento con uno mismo. Esto es, cuales fueron las metas que propuestas y en que se ha avanzado con relación al mes, al año anterior. Es un enfoque más productivo que compararse con otras personas.
Quizá estás interesado en conocer más sobre crecimiento personal,
10 objetivos claves en tu plan de crecimiento personal.
Conclusiones
Nuestros hábitos han sido formados con la práctica diaria. Algunos siguen siendo útiles, pero otros quizá ya no lo son.
Es importante tomar conciencia de los pensamientos desactivando el modo piloto automático; en algunos casos será necesario practicar nuevas formas de pensar y actuar para instalar nuevos comportamientos que sean favorables. Los hábitos emocionales positivos conducen a la felicidad y al éxito.
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