Pedir ayuda en el lugar de trabajo puede parecer complicado, “¿qué imagen voy a proyectar, si soy el líder, el especialista en el tema?”, “¿pensarán los demás que no cuento con las competencias suficientes para efectuar el trabajo?”.
Una de las barreras para pedir apoyo es precisamente creer que se proyectará una imagen negativa; “´precisamente para eso he sido contratado”. Pero la realidad es que todos necesitamos ayuda en algún momento, seamos novatos o expertos y no hacerlo puede traer efectos negativos, un ejemplo, tener un menor rendimiento de lo esperado.
Cuantas veces hemos visto durante una ceremonia de reconocimiento a logros importantes, el orador haciendo un recuento de lo alcanzado y después agradecer a todas las personas que hicieron posible esa meta. Inclusive para logros personales, el homenajeado, quizá una persona con amplia trayectoria, agradecer a todo el equipo que hizo posible que el éxito se convirtiera en realidad. Estas palabras comunican que hubo apoyo de otras personas para alcanzar objetivos.
Probablemente las personas no se animan a pedir ayuda sea por experiencias previas, cómo sentirse rechazados, no conseguir las respuestas esperadas o lo difícil que es el acceso a colegas muy ocupados. Esto puede convertirse en algo desagradable para quien solicita apoyo, aunque también se puede ver desde una perspectiva positiva, la oportunidad de aprender a pedir ayuda.
Indice de contenidos
Por qué cuesta trabajo pedir ayuda
Por no querer parecer incompetentes
Este punto es más propenso a ocurrir en un ambiente de trabajo competitivo, cuando hay una promoción de por medio; “necesito ayuda, pero ¿cómo voy a pedir que me ayuden si los colegas están luchando al igual que yo por el mismo objetivo? seguramente me inventarán una excusa para no hacerlo”.
Puede también ocurrir en el caso de las personas de nuevo ingreso al tratar con colegas de más antigüedad y experiencia escuchen conversaciones sobre temas avanzados o complejos y ellos al pedir ayuda sobre temas básicos sientan que pueden ser rechazados.
Para ambos casos, ¿Se trata sólo de temores o ya se comprobó que es cierto?
En una promoción, un aspecto relevante para evaluar a los candidatos es cómo trabajan en equipo y solicitar ayuda más que considerarse cómo una debilidad de parte de quien lo pide puede ser favorable también para quien brinda apoyo, en el aspecto de cómo son las relaciones personales con los colegas.
Para el segundo caso, las personas con más experiencia, en algún momento fueron novatos y llegar al lugar donde están tuvieron que pasar por un proceso, donde muy probablemente aprendieron de colegas con más experiencia, así que, seguramente estarán dispuestos a apoyar a los novatos.
En caso de que esa percepción resulte cierta, que los compañeros no están dispuestos a apoyar, entonces hay que buscar otros caminos; puede ser un evento de formación para aprender por uno mismo.
Por sentir que los demás tienen otras prioridades
“Estoy muy ocupado” o “Es una persona muy ocupada”, son frases que suelen escucharse al buscar ayuda en otra persona.
Todos tenemos prioridades, que pueden ser distintas respecto a los demás. Es esa diferencia la que nos hace decir “no tengo tiempo para eso”.
Y, ¿eso significa que no seremos atendidos por alguien quien tiene prioridades distintas?
No necesariamente, pero para ello hay que aprender cómo solicitar apoyo.
Por sentir que al hacerlo no se crece
Trazarse objetivos más grandes, es una decisión que hay que asumir si lo que se desea es crecer.
Pero a mayores objetivos, mayores obstáculos, más problemas, más errores; pero también más aprendizajes y experiencias que representan lo valioso del objetivo, por lo que vale la pena vivir el proceso. Y es el motivo por el cual no se pide ayuda a los demás.
Sin embargo, pedir una opinión enriquece, permite ver la situación desde una perspectiva distinta y eso puede ser benéfico, cómo se comentó en al inicio del post, hay que recordar los casos de éxito individual, donde hay un equipo que ha colaborado en el logro.
Por sentir que así está bien
Expresiones como
- No necesito.
- Llevo mucho tiempo en esto, se lo hay que hacer.
- Conozco mi trabajo.
- He llegado hasta donde me propuesto.
Pueden ser frases que expresen dos tipos de situaciones.
Momentos de éxito, satisfacción por los logros o experiencia acumulada; para llegar hasta allí y como se mencionó en el punto anterior, hubo un proceso donde se cosechó aprendizaje, tal vez, se tocaron muchas puertas para pedir ayuda; entonces ya conoces a quienes recurrir y que momento hacerlo.
Pero también puede ser señal de zonas de confort. En este caso, la forma de pensar es “no hay porque esforzarse”, “en donde estoy está muy bien”. Si sientes que te encuentras en una zona de confort, toma en cuenta que en este lugar no hay crecimiento y el costo de salir de allí suele ser alto.
Cómo pedir ayuda
Define que es lo que necesitas
Puede ser que tengas acceso a un mentor, un colega de mayor experiencia de tiempo completo para ti; puede ser que tengas a tu cargo un equipo de colaboradores.
¿Para qué es lo que vas a solicitarles apoyo y a quienes?
Dedica un tiempo a reflexionar que es lo que deseas alcanzar y que te detiene para lograrlo. Un aspecto muy importante tener consciencia de cómo te sientes; quizá el tener un obstáculo puede hacer que te sientas estrés y el mensaje de ayuda puede resultar confuso. Dedica un momento para recuperar la calma para tener claridad lo que vas a pedir.
¿Es urgente? o ¿es importante enfocarse en el análisis o creatividad?
Este punto aplica para un líder que solicita el apoyo de los colaboradores.
¿Se trata de un asunto que requiere prioridad? A pesar de la urgencia, será de utilidad dedicar tiempo a explicar en qué consiste esa tarea y por qué necesita atención inmediata.
¿Requiere de análisis a detalle? Entonces se trata de una actividad que necesita tiempo para planear su realización.
Solicitar apoyo urgente cuando no lo es así, sólo ayudará a sembrar desconfianza con los colaboradores. En el segundo caso, apresurar el trabajo analítico o creativo puede no resultar lo esperado.
Elije con cuidado a quien pedir ayuda
Aunque muchas personas están dispuestas a ayudar, puede presentarse el caso de la persona a quien elijas aproveche la situación para hacerte sentir mal; si esto sucede es conveniente que no compres su argumento acerca de que no tienes capacidad o talento, más bien toma la experiencia cómo una oportunidad para conocer en quien puedes confiar.
Puedes buscar apoyo en personas que se encuentren en la misma situación que tú. De esta forma si necesitas ayuda, podrás conocer otras perspectivas y quizá con alguno de ellos encuentres la respuesta adecuada. En un determinado momento, puedes ser tú quien comparta experiencia y conocimientos.
Cuida tu comunicación
Al pedir ayuda es importante crear un vínculo de confianza con otras personas.
Por un lado, hacer ver que agradeces el apoyo y que valoras su tiempo y espacio; una forma de hacerlo es, comunicar en que consiste la ayuda buscada y preguntar cuando tienen disponibilidad para atenderte.
También es importante considerar los protocolos de comunicación. Por ejemplo, al utilizar apoyo por correo electrónico; pedir apoyo a una persona “A” copiando a un nutrido grupo, puede hacer que “A” se sienta intimidado o comprometido, forzado a ayudar, más que sentir que se le pide un favor. Por otro lado, escribir un e-mail utilizando sólo mayúsculas, comunica molestia.
Pide ayuda antes de que se convierta en un problema grave
En un punto anterior mencioné lo inconveniente de pedir ayuda en situaciones de estrés. Cuando el problema se ha desbordado puede convertirse en problema de más persona e inclusive para otras áreas de la empresa.
Hay ocasiones en que una situación se complica de un momento para otro, si es así, requiere su atención y de ser necesario pedir ayuda para solucionarlo.
Pero cuida que estos casos sean los menos, aprende a actuar desde el inicio del problema.
Da las gracias
Este es un gesto muy poderoso. Pues estarás comunicando lo que importante que significa para ti recibir apoyo.
Liderazgo – Pedir ayuda para empoderarse
Para un líder, solicitar ayuda puede parecer que no es lo suficientemente bueno para hacer su trabajo, pero eso está lejos de ser verdad. Es válido utilizar diferentes recursos para tomar decisiones correctas.
¿Cuáles opciones puede disponer, a quiénes preguntar?
Colegas
Aquí puedes encontrar otros puntos de vista, quizá la situación no es tan problemática como la percibas y la solución es sencilla; quizá algún colega ya vivió una experiencia similar.
También es una oportunidad para extender tu red de contactos.
Colaboradores
¿Te gustaría conocer el nivel de experiencia de los integrantes del equipo?, ¿cómo se desempeñan en equipo?, ¿cómo actúan ante los retos?
Esta es la ocasión, solicitándoles apoyo.
Coach
Tener un Coach es una excelente decisión para el desarrollo de la carrera de liderazgo.
Las sesiones de coaching te ayudarán a descubrir fortalezas y eliminar creencias que no te favorecen.
Conoce más sobre lo que puedes conseguir en las sesiones con un Coach en el siguiente enlace,
Cómo obtener el máximo provecho de las sesiones con un Coach.
5 razones porque es bueno pedir ayuda
Amplia tu red de relaciones
En la búsqueda de apoyo te permitirá conocer quienes tienen disponibilidad para compartir información, experiencia y quienes no.
También, encontrar quienes comparten la misma problemática o retos para crecer.
Fortalece el trabajo en equipo
Así como hoy solicitas apoyo, mañana tú puedes ser la persona indicada para ayudar.
Eso da paso a un ambiente colaborativo, no sólo para pedir apoyo, también para aportar más valor a las ideas.
Te comparto más sobre el liderazgo colaborativo en el siguiente enlace,
7 características del liderazgo colaborativo.
Favorece el estado de ánimo y los pensamientos positivos
Enfrentar una problemática, donde no se tiene idea cómo enfrentarla y si se agrega la limitante del tiempo para completarla, puede causar estrés que inclusive se lleva más allá de la jornada de trabajo.
Saber que existe luz al final del túnel, que otras personas pueden ayudar, permite cambiar a un estado de ánimo de optimismo y tener pensamientos positivos que benefician a los resultados del trabajo, a la salud física y mental.
Construyes confianza
¿Por qué te beneficia solicitar apoyo? Por qué te permite a ser visto como una persona proactiva, que no se queda paralizado ante los problemas, sino que sales al encuentro en la búsqueda de soluciones.
Crecer
Recurrir a otras personas te permite conocer otros puntos de vista, conocimientos, técnicas, herramientas que son nuevas para ti o que quizá ya conocías, pero no cómo utilizarlas.
Por otro lado, te permite aprender, que es un factor importante para crecer.
Conclusiones
Puede ser intimidante solicitar apoyo, debido a la desconfianza por encontrarse en un nuevo lugar, por temor a tener una mala imagen, quizá a no saber plantear cómo necesitas ser ayudado.
Puedes encontrar malas experiencias, hay personas quienes no les agrada compartir información, sin embargo, no siempre es así. Todos necesitamos ayuda en un momento determinado independientemente del nivel de conocimientos o experiencia. Saber cómo pedir ayuda puede abrir las puertas a nuevas relaciones, mejores desempeños y conseguir crecer.
¿Qué te ha parecido este post? Te invito a compartir tu experiencia por medio de un comentario.