Aprender a contar historias es una de las habilidades clave en el liderazgo.
Un líder transmite mensajes todo el tiempo; durante las reuniones de trabajo, durante celebraciones o acontecimientos relevantes para la empresa. Comunica tareas o proyectos concluidos; los beneficios, cifras, éxitos conseguidos en el exterior, entre otros hechos.
¿Qué tiene que ver el aprender a contar historias en estas situaciones? En ocasiones, la información puede representar un reto, ya sea para transmitirla y conseguir que la audiencia comprenda o mantenga la atención. Al utilizar anécdotas, aumenta el interés por lo que se está comunicando; al asociar las historias con el mensaje principal facilita su comprensión.
Así como sucede en el liderazgo, donde hay personas que se les facilita liderar, lo mismo sucede en las historias para contar. Por otro lado, la habilidad de contar experiencias se puede desarrollar, al igual que las habilidades de liderazgo.
Indice de contenidos
Para que aprender a contar historias
Las historias pueden contar el lado práctico de los mensajes
“Y eso, ¿Cómo se aplica?”
En algún momento hemos experimentado confusión al tratar de entender un concepto nuevo, al recibir la explicación de tareas y proyectos, inclusive en los informes de gestión.
Las historias tienen la capacidad se simplificar explicaciones o conceptos complejos, ya sea terminología técnica o procesos que involucran una gran cantidad de variables. Por ejemplo, un plan estratégico, es creado por los principales líderes de la empresa, pero involucra a todo el personal. Al momento de difundirla pueden surgir dudas,
- ¿Para qué es la estrategia?
- ¿Qué relación tiene con mis tareas?
- ¿Cómo mis tareas aportan?
- ¿Quiénes y cómo se benefician?
Un plan de negocios, una estrategia con objetivos que se relacionan entre sí, puede resultar complicada para entender. ¿Qué hacer entonces para involucrar al personal? Una buena opción es contar una historia sencilla siguiendo los pasos del plan; esto es, cómo se relacionan las actividades, por que son críticas, en qué consisten los cambios. En estos casos utilizar anécdotas puede significar la diferencia entre involucrarse activamente en los objetivos o permanecer indiferente a los cambios.
Contribuyen a crear espíritu de equipo
En las organizaciones existen anécdotas que ayudan a las personas a identificarse con los personajes o con la experiencia misma. Casos de superación personal, de perseverancia, que involucran valores en común, entre otros.
Las historias unen, fortaleciendo el espíritu de comunidad, además motivar al equipo.
Este beneficio puede ser una guía para el líder acerca de cómo escribir o comenzar a una historia.
Las historias motivan
Uno de los recursos utilizados en las charlas motivacionales, son las historias, ya que tiene la capacidad de producir un cambio positivo en la audiencia.
- Conocer cómo si es posible conseguir anhelos
- Cómo personas, equipos con acceso a menos recursos lograron una meta similar o inclusive más grande.
- Cómo cambiar creencias.
Hay una amplia posibilidad de motivar a las personas. Esta es una buena razón para aprender a contar historias desde el liderazgo.
Te comparto en el siguiente enlace, cómo hacer charlas motivacionales,
Cómo hacer charlas motivaciones para el trabajo.
Define el mensaje central de la historia
¿Cuál es el mensaje que deseas compartir con la audiencia? Para definirlo, importante conocer la situación por la que atraviesa el público, el equipo de trabajo.
Por ejemplo, para una situación de crisis, una historia cuyo planteamiento inicial sea sobre una situación caótica y cómo se fue resolviendo.
El líder puede conocer varias anécdotas sobre el tema, en este caso será de ayuda utilizar la más adecuada para el tipo de audiencia, ya sea ventas, calidad, fabricación, etc.
Comparte historias con estructura clara
Quizá se trate de una buena historia, pero después de escucharla, no tuvo un efecto significativo.
¿Cuál es el arte de contar historias?
Transmitir los elementos clave de forma que las personas se involucren y comprendan la idea central de la historia.
- Un planteamiento inicial, de que se trata la historia, los personajes principales, cuál es la situación por la que atraviesan, cuáles fueron las causas que condujeron a esas circunstancias.
- El desarrollo de la historia, paso a paso cómo fue cambiando el panorama.
- El final, recopilar las moralejas.
Para la audiencia es importante que se lleven a casa, a los lugares de trabajo moralejas y aprendizajes, y así aplicarlas en lo sucesivo.
Comparte experiencias personales
Ya sea experiencias en primera persona o que sucedió a personas cercanas, la idea es buscar un pasaje de la vida, convertirla en historia de forma que pueda ayudar a quienes están pasando una situación similar.
Aprender a contar historias no necesariamente hay que incluir héroes en las narrativas
Recuerdo una anécdota personal que compartió un conferencista. Fue el responsable de diseñar y ejecutar una estrategia para comercializar los productos de la empresa que lideraba en un nuevo mercado.
A pesar de tener suficientes recursos humanos, materiales y financieros aquella estrategia fue un fracaso.
Tras estos resultados, el líder pensaba que, de un momento a otro, sería despedido. Cual fue su sorpresa al ser nombrado el ejecutivo del año. Había encontrado la forma en que una estrategia no funciona y eso serviría de ejemplo a futuros proyectos.
Las historias no necesariamente deben contener héroes que actúan de forma perfecta. El impacto para quienes escuchan las historias es mayor cuando se las narrativas incluyen el contenido pasajes de disciplina, enfrentar adversidades, superar obstáculos. Se trata de que las personas se identifiquen con la historia y los inspire a avanzar.
Los cambios llevan su tiempo
Este es otro aspecto importante al aprender a contar historias donde los protagonistas se esfuerzan para lograr los objetivos, pero requieren de perseverancia, disciplina, tiempo para hacerlos realidad.
Al contar historias hay que incluir pasajes tipo,
“… trabajó con disciplina y perseverancia. Después de un tiempo (meses, años) cumplió sus metas”.
Una historia puede inspirar a las personas y lograr que tomen la iniciativa para mejorar. Sin embargo, hay que aclarar si se trata de cambios que se reflejarán en el corto plazo o en plazos más largos. Esto es parte del proceso de aprender a contar historias y aplica en las empresas cómo al público en general.
Imprime emoción a las historias
¿Cómo crear buenas historias?
Mientras se narra una anécdota, el público puede permanecer atento al desarrollo; por otro lado, quizá están a la espera de que el reloj avance, ¿Qué hace la diferencia? La emoción con que se narra.
Aprender a contar historias va más allá de leer un texto, es sentirla y transmitirla a la audiencia.
- ¿Cómo pensaban los personales de la historia?
- ¿Qué sentían?
- ¿Debido a qué sentían preocupación, estrés?
- ¿En qué momento estuvieron tristes, desmotivados?
- ¿Qué les hizo volver a la felicidad?
Cada historia contiene una o más emociones, involucra a la audiencia transmitiendo el contenido más el lado emocional.
Aprender a contar historias utilizando el lenguaje no verbal
El lenguaje corporal ayuda a imprimir emoción a las anécdotas; el movimiento de las manos, los gestos de la cara, la forma de desplazarse en el foro o lugar más tono de voz representan recursos para hacer que el contar historias sea más emotivo.
Algunos ejemplos,
- Desplazarse de un lado a otro para comunicar los pasajes de estrés.
- Utilizar las manos para describir el lugar, que había allí.
- El rostro para comunicar alegría, tristeza.
- Hacer pausas para transmitir suspenso.
Preguntas para reflexionar
Al aprender a contar historias utiliza el recurso de las preguntas. Ayuda a mantener el interés de la audiencia e imprimir emoción a la narrativa.
- ¿Qué hubiese sucedido si …?
- ¿Se imaginan que sintió <alguno de los personajes de la historia> cuando …?
- ¿Tomó la mejor decisión? ¿Qué opinan ustedes?
- ¿Consiguió lo que anhelaba?
- ¿Debido a qué “X” elemento fue clave en la historia?
Además de contribuir a las resaltar la emocionalidad de la historia, las preguntas ayudan a ejercitar la mente de los participantes. La pasividad produce cansancio, aburrimiento y desinterés hacia la presentación.
La práctica hace al maestro
Una de las acciones que no deben faltar al aprender a contar historias es darse tiempo para practicar.
Al practicar, puedes descubrir si la historia está incompleta, es redundante, está saturada. Quizá le hace falta imprimir las emociones o explicar más a detalle las moralejas.
La historia puede estar bien redactada, ¿Y cómo es la narración, el tono de voz, el lenguaje corporal utilizado?
Otro aspecto relevante es el público, ¿cómo recibirá la historia?
Será de gran ayuda practicar frente a un espejo, grabar la narración, practicar ante un familiar cercano, con el objetivo de conseguir retroalimentación.
Ya en el escenario, es probable que al principio ocurran errores; puede ser en la redacción, en la narración o no se consiga empatizar del todo con la audiencia. En sí, se trata de un proceso que hay que ir afinando con el tiempo y continuar practicando.
Conclusiones
Las historias son un medio efectivo para transmitir mensajes. Además de facilitar la comprensión, puede inspirar a las personas a moverse para avanzar.
Empieza desde tener claridad sobre el mensaje que se desea transmitir, que moralejas se pueden extraer, cómo aplicarlas. Contar anécdotas es un arte, pues hay que mantener la expectativa de la audiencia, imprimir emocionalidad y para ello es importante practicar. Como en muchas disciplinas, la práctica de aprender a contar historias hace al maestro y puede convertirse en una habilidad de liderazgo.
¿Qué te ha parecido esta historia? Te invito a compartir tu experiencia por medio de un comentario.